Hoy he recibido buenas noticias de tierras del norte. Mi vieja amiga «Blanquita» que fue adoptada hace unos meses de Triple A.

Está preciosa, se puede observar como ha desarrollado musculatura y se la ve feliz… Pero hay algo mas que se ve en las fotos… Las cicatrices de una vida llena de sufrimiento y malos tratos. Los antiguos propietarios de esta noble galga le han hecho de todo, tiene cicatrices de cortes, de bocados de otros perros, de quemaduras y yo que sé que más… Cuanto más lo pienso menos puedo comprender que placer puede encontrar alguien en martirizar a un animal de esta forma… pero visto lo visto… Menos mal que ahora es feliz en un hogar donde la tratan bien y puede correr libre. … ¡Corre Blanquita corre!